17 de diciembre de 2010

CIERRE DE ESCUELAS RURALES


DECLARACIÓN DE LA RED CHILENA DE UNIVERSIDADES PARA LA EDUCACIÓN RURAL ANTE EL CIERRE DE ESCUELAS RURALES.
            En relación a diversos anuncios de cierre de escuelas ubicadas en territorios rurales, la Red Chilena de Universidades para la Educación Rural presenta  a las autoridades responsables de esas decisiones y a la opinión pública las siguientes consideraciones.
1- La mejor alternativa para que la población de un territorio rural reciba una educación de calidad es la que puede brindar un establecimiento inserto en él, no sólo para dar pertinencia a su propuesta curricular, sino también por la diversidad de servicios y aportes que las escuelas rurales proporcionan a las comunidades.
2- Las escuelas rurales son diferentes a las urbanas, tienen muchas  funciones que no existen en las escuelas urbanas, su relación e impacto con la comunidad, la calidad de vida,   la cultura local y su patrimonio no es comparable con las escuelas urbanas. Por lo tanto, los criterios para evaluar la existencia de una escuela rural no pueden ser los mismos de las urbanas: cualquier decisión debe considerar las  necesidades de toda la comunidad.     
3- La escuela rural no debe ser vista sólo como una forma de educar a niños rurales, pues para las comunidades que viven en estos contextos es mucho más que eso. Cerrar una escuela puede provocar un deterioro y daño mayor a la calidad de vida de una comunidad afectada, una escuela es parte de su riqueza, parte de sus oportunidades.
4- Cerrar una escuela rural sólo podría ser una opción si no tiene alumnos, o si después de recibir todos los apoyos que necesita, se demuestra incapaz de proporcionar una educación de calidad.
El cierre de escuelas rurales, en base a criterios urbanos, implica un Adiós a la diversidad y riqueza de la ruralidad, como asimismo un traspié a la equidad. Cada localidad rural es única: tiene una cultura propia compleja, densa y frágil que constituye no sólo la forma de vida de familias y comunidades, sino que también es una invaluable reserva de identidad para el país.
5- Los niños tienen derecho a  recibir una educación de calidad que no los desarraigue de la localidad donde viven y han vivido sus familias. 
6- Para que la educación de una comunidad sea equitativa y de calidad, debe ser pertinente a su realidad, solo así se tendrá  habitantes bien preparados  que contribuyan a cuidar su patrimonio material e inmaterial, su identidad y medio ambiente. 
7- La escuela rural no puede ser vista como un espacio optativo para entregar educación a niños, por el contrario, constituye una institución que produce con la comunidad los aprendizajes de calidad que la comunidad necesita. Cuando sus niñas y niños son trasladados a estudiar lejos, se abandona la comunidad como un espacio de aprendizaje.
El aula rural es también la comunidad donde se inserta la escuela, cuando se cierra una escuela rural se abandona la educación de la comunidad.
A nombre del aporte de la ruralidad a la riqueza de la diversidad patrimonial de la cultura chilena, a nombre de los derechos de las poblaciones asentadas en territorios rurales, recomendamos que cualquier decisión respecto del futuro de un establecimiento tome en cuenta las consideraciones señaladas en la presente declaración.

Universidad de Playa Ancha
Universidad Católica del Maule
Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación
Pontificia Universidad Católica de Chile, Sede Villarrica 
Noviembre de 2010